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Maravillosa receta que surgió de la fusión de la cocina bereber y la cocina francesa de manos de los colonos franceses residentes en Argelia hasta su independencia en 1962 (Pied-Noirs).
Muy apta para cualquier temperatura ambiente y dicho sea de paso, resulta útil para convencer y entusiasmar a los niñ@s reacios a comerse las legumbres.

Ingredientes (4 – 6 personas):

-1’5 – 2 kg. de pollo troceado en piezas medianas
– 800 g. de garbanzos cocidos (2 botes)
-1 cebolla mediana, 2-3 dientes de ajo, 1 tomate mediano
– 1 rama de canela, 1 nuez moscada, 2 cucharadas soperas de Ras El Hanout
– 1 litro de caldo de pollo o ave.
– Sal, aceite, perejil fresco.
– 1 huevo
– Zumo de 1/2 limón

Preparación:

Empezamos mezclando el Ras El Hanout con una pizca de sal y pimienta y un chorrito de aceite. Embadurnamos las piezas de pollo con la mezcla y dejamos macerar al menos durante una hora.

Marcamos la carne (freír ligeramente hasta dorar moderadamente la superficie) en una sartén y reservamos los trozos en una fuente con tapa o similar, para que mantengan la temperatura.
En una cazuela (la más grande y baja que tengáis), hacemos un sofrito con un picado fino de la cebolla y los ajos. Añadimos el tomate, triturado. Cuando esté listo incorporamos las piezas de pollo y, después de darle unos meneos, agregamos el caldo, la vara de canela partida en dos y nuez moscada al gusto, pero con generosidad.

Con el guiso hirviendo incorporamos los garbanzos lavados y escurridos; volvemos a menear la cacerola para ayudar a ligarlos con el caldo, sin partirlos. Bajamos el fuego a medio-bajo y mantenemos la cocción hasta que tanto el pollo como la salsa estén en su punto (o lo que es lo mismo, el pollo tierno y la salsa con garbanzos espesa).

Aquí apagamos el fuego. En un plato, batimos el huevo y le añadimos el zumo de limón. Sin pausa, se lo añadimos al guiso y agitando la olla (sí, otra vez, pero si todo esto se hace con cucharón nos quedamos sin garbanzos) lo dejamos todo ligado y reposando un par de minutos.
Lo servimos espolvoreado de perejil fresco y listo. A la mesa.